jueves, 9 de diciembre de 2010

Árbol de navidad

Aprovechando que este año no trabajé el 8 de diciembre, me apegué a la tradición de armar en esta fecha el arbol de navidad.
Siendo que mi hija no aceptó de ningún modo la idea de cambiar nuestro viejo pino por uno color rojo intenso que vimos en un negocio (era muy lindo y hubiera quedado hermoso en casa) me dediqué a decorar el abeto verde de siempre con todos los adornos que he acumulado con el tiempo. Soy una persona apegada a las tradiciones que me gustan así que cada año agrego adornos al árbol que por ahora tiene varias ramas capaces de ser decoradas.
Finalmete le sumé apenas 300 luces inermitentes y di por terminada la labor.
Reconozco que quedó bastante agradable pero la verdad... quiero el árbol rojo.

Imposible

¿Alguien me explica cómo se hace para bajar de peso con tantas cosas ricas disponibles?
No hay forma que en la lista de cosas ricas entre más de un 2% de cosas bajas en calorías.
No hay caso. Este verano la malla va a ser muy parecida a un cubrecamas.

martes, 23 de noviembre de 2010

Momento

Después de una buena tarde en la mejor compañía me quedé sola.
(Si no contamos a una caniche que está en crisis de celos por una cachorrita de ovejero que se considera dueña de todo lo que está al alcance de sus dientes, puedo decir que me quedé sola.)
Contando con sandwiches calentitos, una copa de buen vino, una wii y frutillas maceradas en azúcar... ¿no envididan?

domingo, 21 de febrero de 2010

Vacaciones

El año estuvo intenso.
Claro que en pleno siglo XXI esto es una obviedad pero la idea es personalizar la sensación. Para mí, el 2009 estuvo intenso. No sólo a nivel laboral, área en la que vivo la intensidad hace años, sino a nivel personal.
No es tan fácil transitar el año en que una niña termina la escuela primaria, se prepara para ingresar a una de las escuelas más exigentes de la ciudad, estudia teatro, danza, compite en las olimpíadas matemáticas y mantiene una activa vida social. Si todo esto lo hace con éxito cualquier madre babea de orgullo en la cama, único lugar en el anhela estar para evitar caerse del cansancio. Es que los padres pasamos a ser los choferes y/o asistentes multiservicio para apoyar tanta actividad.
Sumemos a estos un par de nanas de madre, suegro y propias y el cóctel está listo. No hay ginseng que alcance.
Claro que un marido recargado de trabajo y adicto a internet puede ser un condimento potenciador.
En definitiva el año transcurrió bastante agitado. Cansador para ser más precisa. Y decidí tomar vacaciones oyendo el relajante sonido del mar…